
El llamado «Motín de Esquilache» fue una revuelta iniciada en Madrid que mas tarde se propagó por el territorio nacional. Esquilache fue un ministro italiano de Carlos III y contra quien se levantó el pueblo de Madrid acusándole de ser un extranjero empeñado en aplicar sin medida el despotismo ilustrado, siendo finalmente obligado a salir del gobierno y a su marcha inmediata a Nápoles.
En Elche, el motín se inició de buena mañana el día 13 de abril de 1766, en el arrabal de San Juan, cuyo Cabildo estaba procediendo a las subastas de regalías y derechos de señorías del Duque de Arcos.
Entre la gran cantidad de gente, Bautista Blasco (conocido como “el venerable viejo”), con José Beltrán Esclapes, junto a Francisco Romero y José Vázquez, levantó la voz y diciendo hablar en nombre de la mayoría de los presentes, procedió a declararse contrario a cualquier subasta, iniciando así una acalorada discusión con el procurador, don Ricardo Sánchez, al cual acusó de ser un “segundo Esquilache”.
Fue en este contexto, y al grito de “Viva el Rey, muera el Duque de Arcos y don Ricardo Sánchez, segundo Esquilache”, cuando se inició la revuelta.
Los vecinos destrozaron el mobiliario y arrojaron piedras sobre los regidores, escribanos y síndico del Ayuntamiento y pidieron a gritos la supresión de todos los arbitrios. Los amotinados se trasladaron a la villa y eligieron por aclamación un nuevo Alcalde Mayor, depusieron al anterior, a los dos justicias y a los otros dos ordinarios el mismo día 13 por la tarde. El lunes 14 llego la revuelta a Almoradí, el 16 a Catral, el 20 a Crevillente y Novelda, el 21 a Albatera.
Finalmente, el día 22, por los mismos amotinados de Elche, se produjo la toma de la Albufera y el asalto al Castillo de Santa Pola, el cual pertenecía al Duque de Arcos, siendo la toma bastante sencilla, pues el alcaide del castillo, llamado Ortiz, no opuso resistencia alguna.
Por último y como colofón de su obra, sacaron en triunfal rogativa a la imagen de la Virgen de la Asunción, con el fin de que los mensajeros enviados a Madrid, para dar cuenta al Rey de todo lo ocurrido, vinieran con la deseada aprobación de éste.
Como se puede observar, en términos generales el movimiento se dirigió contra el régimen feudal y los abusos cometidos por los gobernantes, centrándose especialmente contra el Duque de Arcos. La revuelta en Elche se extendió hasta el 3 de mayo, cuando Beltrán Esclapes y los restantes cabecillas del motín cayeron apresados.
