La construcción de este puente supuso un hito y un avance para el barrio del Raval, ya que permitió la comunicación con la parte Oeste de Elche.
El puente de Santa Teresa (conocido popularmente como Puente de la Virgen y Pont Vell) es el más antiguo de los puentes de Elche. En un principio era de madera y unía el casco antiguo con el camino a Orihuela y con el Arrabal de Santa Teresa, que estaba alrededor del convento de San Jose. Por este motivo se le llamó al puente asi.
En 1673, el Concejo Municipal decidió sustituir el puente de madera por uno de piedra. En 1751 el puente fue derruido por una gran riada al pasar el agua por encima llegando a partirlo en dos.
El Ayuntamiento, cinco años después, lo reconstruyó y aumentó su altura, pasando de tener un arco a tener dos. Fue entonces cuando se añadieron dos hornacinas con las figuras de la Virgen de la Asunción y San Agatángelo, patrones de Elche.